
¿Cómo se mide la dureza del agua?
La dureza del agua es uno de los factores que debemos tener en cuenta al cambiar el termo eléctrico de nuestra vivienda.
Con este término, nos referimos a la cantidad de iones de compuestos naturales de calcio y magnesio que están presentes en ella, y que será más alta dependiendo de varios factores, siendo el principal y más importante el terreno por el que circula el agua en origen.
Durante el recorrido del agua, se producen infiltraciones del terreno por el que pasa, y esta adquiere sus sales minerales.
Así, si un río atraviesa un terreno calcáreo, aumentará la presencia de contenido de carbonato cálcico en su agua. Si, por el contrario, el cauce traspasa terrenos graníticos, tendrá menos minerales en su composición.
Este es uno de los motivos por los que, en España, existe una dureza del agua tan dispar entre unas provincias y otras.
Clasificación del agua según su dureza
En líneas generales, debemos diferenciar entre la dureza total del agua y la dureza temporal.
La dureza total es la concentración total de calcio y magnesio, mientras que la dureza temporal corresponde con la cantidad de calcio y magnesio que pueden asociarse a los bicarbonatos y que, como máximo, puede ser la dureza total.
En la práctica, el parámetro que normalmente se maneja es la dureza total, expresada en miligramos por litro (mg/l) o en partes por millón (ppm).
Por ejemplo, las aguas poco duras poseen una concentración de menos de 50 partes por millón, siendo sus principales componentes el calcio y el magnesio.
En las aguas con dureza media, la concentración es de 50 a 100 partes por millón. En estos casos, además de poseer carbonato de calcio y magnesio, el agua también suele contener sulfato y nitrato.
Por último, el agua dura posee una concentración que va de las 150 a las 200 partes por millón, y sus niveles de todos los componentes anteriores (calcio, magnesio, sulfato y nitrato) son más elevados.
Otro de los métodos para medir la dureza del agua es la escala Merk. En este caso, se utiliza como referencia la cantidad de miligramos de carbonato de calcio por litro (mgCaCO3/l), siendo:
- De 0 a 79 mgCaCO3/l: aguas muy blandas.
- De 80 a 149 mgCaCO3/l: aguas blandas.
- De 150 a 329 mgCaCO3/l: aguas semiduras.
- De 330 a 549 mgCaCO3/l: aguas duras.
- Más de 550 mgCaCO3/l: aguas muy duras.

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Cómo medir la dureza del agua: trucos caseros
Conocer la dureza del agua de nuestra casa es importante para prevenir problemas relacionados con la incrustación de cal en la red de tuberías, en los grifos y en algunos electrodomésticos, como termos eléctricos, lavavajillas o lavadoras.
De manera genérica, las aguas de la mitad este y del sur de la península contienen niveles medios y altos de cal, mientras que las provincias del noroeste tienen aguas más blandas.
Además, existen varios métodos para saber si el agua de tu vivienda es más o menos dura.
Para empezar, el agua dura puede dejar pequeñas manchas en objetos de cristal (como platos o vasos) cuando los lavamos. Además, mezclada con jabón, produce menos espuma.
De hecho, una manera muy sencilla de comprobar si el agua de tu casa es dura es llenar una botella con 350 ml. de agua del grifo y añadir 10 gotas de jabón líquido. Después, agita la botella con energía para que el jabón y el agua se mezclen bien, y déjala reposar durante unos segundos.
Pasado ese tiempo, mide la cantidad de espuma que hay: si la capa es de 2,5 cm o superior, quiere decir que el agua es blanda, pero si es inferior y, además, el agua queda turbia, puede ser indicativo de agua dura.
Si lo deseas, haz esta misma prueba con agua embotellada para verificar los resultados: el agua mineral es muy suave, ya que sus acumulaciones de calcio y magnesio están filtradas, por lo que posiblemente la espuma empezará a salir prácticamente nada más añadir el jabón.
Otras maneras de medir la dureza del agua son los medidores, las tiras reactivas y los test líquidos.
Los medidores TDS electrónicos miden el total de sales disueltas en el agua (total dissolved solids, de ahí sus siglas). Lo único que debes hacer es darle al botón «On» y remojar su punta metálica en un vaso con agua de grifo fría.
En este caso, obtendrás el resultado en ppm (partes por millón) de sales (sin concretar de qué tipo). Por ejemplo, si el resultado es 300, quiere decir que de cada millón de partes de la disolución, 300 son sales.
Las tiras reactivas, por su parte, sirven para detectar la presencia de iones de calcio y magnesio en el agua: solo tenemos que meterlas en el agua y comprobar cómo cambian de color. Normalmente, el fabricante incluye una guía para saber si la cantidad de ambos componentes es más o menos alta, aunque sin ofrecer datos específicos.
Algo similar ocurre con los test líquidos. Estos se componen de un kit con un medidor y dos disoluciones. Para detectar el grado de dureza del agua, se introduce una muestra de agua del grifo en el medidor y se mezcla con las dos disoluciones, siguiendo las instrucciones del fabricante. En pocos minutos, tendrás el resultado.
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